LA ESQUINA DE CONDE DE PEÑALVER (GRAN VIA) CON HORTALEZA, UNA FONDA Y UN CAFÉ.

Esa esquina, entonces turbia y peligrosa, la veía yo desde la ventana del hotel donde me alojé a veces en los años 80. Apareció de pronto cuando me puse a imaginar mi novela El invierno en Lisboa. Y también cuando escribía Ardor Guerrero.” Antonio Muñoz Molina.


Cuando el primer tramo de la Gran Vía de Madrid aún se llamaba Conde de Peñalver, se inauguró el edificio del Círculo de la Unión Mercantil e Industrial que ocupa desde entonces el solar donde estuvo el Palacio del conde de Santa Coloma, famoso en todo Madrid por el buen olor que salía de sus cocinas y más tarde por el abono de 601.140 pesetas, que se le hizo al conde por el derribo de su heredad (1592 m2.) en las expropiaciones para construir la Gran Vía.


Fuente: memoriademadrid.es. Derribos para el primer tramo de la Gran Vía.
 
Nota.- En el año 1910, época de la que data este plano, no debía estar decidido aún el derribo del Palacio del conde de Santa Coloma ya que el color gris con que esta finca se representa en el dibujo y las tenues líneas que marcan lo que habría de ser la nueva vía, parece que dejan a un lado este inmueble.


Fotografía: M.R.Giménez. Edificio del Círculo de la Unión Mercantil e Industrial.

Era el día 24 de abril de 1924 cuando se inauguró el Círculo de la Unión Mercantil, en el número 3 de la calle de Conde de Peñalver (hoy Gran Vía, 24 -Hortaleza, 2 y Reina, 2); un enorme edificio de los arquitectos Luis y Joaquín Sainz de los Terreros, con fachada de piedra a base de motivos neorrenacentistas que incluía espacios comerciales, salones para bailes y conferencias, local de cafetería y lujosas viviendas en alquiler. Aquí estuvo, hacia 1926, el concesionario de automóviles de lujo “Studebaker” y “Pañería- Sedería Red de San Luis”, con especialidad en paños de Bejar, establecimiento este último aún abierto cuando el autor de “El jinete polaco” miraba desde la ventana del hotel donde se alojaba en los años 80.


  Fotografía: L. Domínguez Fisa
 Edificio Unión Mercantil e Industrial en los años 70 del siglo pasado. En primer plano la desaparecida fuente que sustituyó al templete de Antonio Palacios. En el fondo, los toldos azules de la pañería "Red de San Luis".


Antes de desaparecer bajo la piqueta el Palacio del conde de Santa Coloma, en su esquina de la calle de Hortaleza con la de la Reina, estuvo el café Nueva Iberia, llamado con anterioridad de La Marina
 

El viejo local ya era café desde mediados del siglo XIX, cuando la Red de San Luis era una pequeña plaza en la que daba comienzo la calle de Hortaleza. En 1895, el café Nueva Iberia, fue el escenario de un crimen del que la prensa se hizo eco, como no podía ser de otra manera.


Bajo el epígrafe “El crimen de anoche” se relata como “A.S. emparentado con la nobleza madrileña” (razón por la que no sabemos su nombre entero) y muy conocido entre la gente llamada “del bronce (gente resuelta y pendenciera) se había encontrado dos días antes con otro llamado Félix, en la Pradera de San Isidro. Félix tenía “desconfianza de la conducta de una mujer amiga suya, conocida como la Rita, desconfianza a la que podía haber contribuido A.S.” por lo que ambos hombres se enfrentaron, resultando Félix agredido. La noche del crimen en el café Nueva Iberia, Félix llegó a él con una pistola; encontró a la muchacha sentada a la mesa con A.S. quien al verle, se puso de pie mientras Félix le disparaba en el pecho y salía huyendo del local. El agredido aún tuvo fuerzas para intentar una persecución, pero quedó tendido en la acera de la calle sin vida. “En sus bolsillos se encontraron 600 pesetas, un reloj y una pistola de dos cañones”
 

Sobre el café Nueva Iberia no sólo se escribió por el fúnebre suceso relatado, sino también por haber sido el último lugar de reunión del “Bilis Club” o “sociedad literaria sin reglamento, sin junta directiva y sin domicilio” en la que participaban: Leopoldo Alas “Clarín”, Marcos Zapata, Armando Palacio Valdés, José Ortega Munilla (quien le puso el nombre), Eugenio Sellés, Adolfo Posada, Francisco Flores García, Luis Taboada y muchos más.


El Bilis Club comenzó siendo una reunión de amigos “de letras”, una tertulia en la que todos los temas eran posibles y donde la mordacidad de los comentarios allí expuestos trascendió a la prensa desde la década de los 70 del siglo XIX, época del inicio de este “club de bilis” en la Cervecería Inglesa de la Carrera de San Jerónimo.


Fotografía: M.R.Giménez (2012). Lugar donde estuvo la fonda Genieys, de la calle de la Reina.


Bajando por la calle de la Reina (antiguo número 8) y poco antes de llegar a la calle del Clavel estuvo, hasta la demolición del edificio, la fonda Genieys que aparece señalada en el plano de derribos de la Gran Vía con el nombre de Casa de Victor Hugo.


El ciudadano Genieys” tenía su casa fonda en lo que había sido antes el palacio Masserano, convirtiéndola en uno de los mejores sitios para comer de Madrid, en tiempos de Larra y de Espronceda. Gioacchino Rossini (1792-1869) estuvo allí hospedado así como el general Joseph Léopold Sigisbert Hugo (gobernador de la provincia de Guadalajara, cuando José I) con su mujer e hijos, uno de los cuales era Victor Hugo (1802-1885).


En el año 1839 “chez Mr. Genieys” se traslada a la calle de la Salud porque el viejo caserón de la calle de la Reina estaba muy deteriorado. Se abre entonces en sus dependencias el colegio Polimático de primera y segunda enseñanza “para pensionistas, medio pensionistas y externos”. Durante los últimos años del siglo XIX los periódicos “El Resumen” y “Heraldo de Madrid” tuvieron en esta casa su sede así como el “Teatro Zorrilla”, que era de aficionados.
 

Entre el tercer trimestre del año 1910 y el final de 1911 se procede a la demolición de la práctica totalidad de esta manzana de casas, comprendida entre las calles de Hortaleza, Reina, Clavel y San Miguel, siendo el terreno de esta última absorbida por la nueva Gran Vía, al completo.



Fuente: memoriademadrid.es. Antigua calle de San Miguel. Su trazado sirvió para planificar el de la nueva Gran Vía.



Dedicado a Antonio Muñoz Molina, por su amabilidad.




Fuentes: 
hemeroteca.abc.es
hemerotecadigital.bne.es
memoriademadrid.es
"Las calles de Madrid" Pedro de Répide
"Pombo" Ramón Gómez de la Serna



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