EL CAFÉ DE EL DIVÁN Y J.C. WALKEN DE LA CALLE DE SEVILLA.
La configuración actual de la corta y monumental calle de Sevilla (antes llamada Ancha de los Peligros) de Madrid, data de finales del siglo XIX. En sus admirables edificios vinieron a instalarse suntuosos comercios relacionados con la joyería (Sainz), la relojería (Alberto Maurer), bisutería y complementos (Casa Thomas) y, por supuesto, importantes cafés.
Fotografía: M.R.Giménez (2013) Aspecto actual de la calle de Sevilla, esquina con la calle de Alcalá. |
El café de El Diván estuvo situado en el número 16 (hoy nº 6) de la calle de Sevilla, junto al popularísimo café Suizo y abrió sus puertas el día 21 de septiembre de 1891 haciendo una caja de 367’55 pesetas, que fue entregada íntegramente a una comisión de representantes de la prensa que recaudaba fondos para repartirlos en los entonces necesitados barrios y arrabales madrileños de La Guindalera, Prosperidad, Pacífico, Plaza de toros y Ventas del Espíritu Santo, Carabanchel, Vallecas, Pozuelo y del río Manzanares.
Fuente: lahistoriadelapublicidad.com |
Un suceso muy significado en la prensa, a los pocos días de la inauguración de este café, fue el tremendo apagón protagonizado por la Compañía Madrileña de Electricidad, que había sido fundada tan sólo dos años antes (1889). Una avería en el suministro dejó sin luz a toda la zona centro de Madrid interrumpiendo las funciones del teatro Eslava, el circo Parish y también a cafés como El Diván, en el que los parroquianos tuvieron que alumbrarse con cerillas o poniendo velas en las botellas. El establecimiento presentaba un aspecto fúnebre y algunos aprovecharon la ocasión para tomar distraídamente la puerta, olvidándose de pagar el gasto. El público estaba silencioso y meditabundo, tanto en el café como en la calle, hondamente preocupado con aquel accidente.
El café de El Diván era también cervecería y contaba con los servicios del cocinero Waldo Sánchez García quien a media tarde y a la salida de los teatros: Real, de la Comedia, Español, Zarzuela y Apolo, preparaba los famosos “lunchs” de El Diván para que los espectadores de aquellos pudieran saborear los exquisitos manjares a los que no podría oponer ningún reparo el gourmet más exigente.
Fuente: B.N.E. (1894). |
La parroquia asidua de El Diván estaba compuesta por grupos heterogéneos. Cómicos, toreros, novilleros y sus representantes, políticos, periodistas y escritores tenían allí sus tertulias.
José Francos Rodríguez, posterior alcalde de Madrid en dos ocasiones, sería recibido con una tremenda ovación de todos los concurrentes al café de El Diván tras haber dimitido como concejal, en noviembre de 1895, por oposición a Nicolás de Peñalver Zamora – El conde de Peñalver- y alcalde de Madrid en ese momento.
El escritor Felipe Pérez González, que compuso el libreto de la zarzuela “La Gran Vía”, escribió “Un cuento viejo y un año nuevo”, que publicaría para celebrar la entrada del año 1893, haciendo referencia a este café:
“Agapito es un “gorrón” / sin la menor aprensión / que pide si no le dan, y concurre a una reunión / en el café del Diván…”
Una tertulia de escritores, poetas y periodistas muy famosa tuvo asiento en este café y estuvo compuesta por Antonio Palomero Dechado (“Gil Parrado”), Joaquín Dicenta Benedicto, Marcos Zapata Mañas, Manuel Paso Cano, Luis Gabaldón Blanco y Federico Canalejas Fustegueras a los que se unió también Ramón Valle y Peña, más conocido por Ramón María del Valle-Inclán, al regresar de su viaje por América, momento en que comenzaría a utilizar chistera de alas planas, levita entallada, chalina (bufanda) y dejó crecer su larga barba.
Al café de El Diván también iban muchos cómicos en busca de trabajo y de algún azucarillo que tomar como única comida del día. Por la noche, tras el cierre del establecimiento, permanecían en la acera paseando desde su puerta hasta la entonces conocida como “Relojería Walthan”, propiedad de Alberto Maurer y situada en la esquina de la calle de Sevilla con Las Cuatro Calles (hoy plaza de Canalejas).
Fotografía: M.R.Giménez (2014) La calle de Sevilla, número 6 (antes 16), con fachada de tonos rojizos. |
El café de El Diván cerró en los primeros años del siglo XX, siendo sustituido por el llamado “Almacén de Tejidos Nacionales y Extranjeros” que vendía popelinas, panamás, batistas y percales estampados, entre otros géneros.
En la parte superior del mismo edificio de la calle de Sevilla, número 16, donde estuvo situado el café de El Diván fue a instalarse Fotografía Walken.
José Calvache Gómez de Mercado, que firmaba sus trabajos como J.C. Walken, abrió su gran estudio de fotografía en la calle de Sevilla alrededor del año 1910. Artista por temperamento y fervientemente enamorado de la belleza retrató a toda la escena española, toreros como Diego Mazquiarán “Fortuna” y eminentes escritores como Jacinto Benavente, colaborando de forma habitual con el semanario “Mundo Gráfico”, entre otras publicaciones.
Fuente: B.N.E. (1914) El estudio de Fotografía Walken. |
Walken obtuvo numerosos galardones internacionales por sus fotografías, interviniendo también en el mundo del cine. Fue director de las películas “El niño de las monjas” (1925) y “Charlot español, torero” (1929).
Fuentes:
Hemeroteca de la B.N.E.
Hemeroteca del ABC.
Es.wikipedia.org
Memoriademadrid.es
Agradecimiento muy especial
para www.lahistoriadelapublicidad.com/blog.php por
la aportación de material para la confección de esta entrada al blog.
Magnifico reportaje y muy bien documentado. Gran trabajo. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Manuel. Eres muy amable.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
El fotógrafo José Calvache fue asesinado en Paracuellos del Jarama. Formaba parte de la gran "saca" de cautivos procedentes de la Checa de San Antón, de Madrid, el día 27 de noviembre de 1936.
ResponderEliminarEn la del día siguiente (el 28 de noviembre), una "saca" todavía más numerosa y procedente de la misma Checa, fue asesinado Dn. Pedro Muñoz Seca.
Extraordinario blog. Gracias por su trabajo.
El edificio donde hoy se ubica el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (c/ de Hortaleza, 63), sin duda arrastra una aterradora historia.
ResponderEliminarHay que recordar, también, que desde el mes de marzo de 1939 hasta el año 1945 formó parte de los "centros de detención y torturas", como prisión de hombres, que se abrieron por todo Madrid para encarcelar y castigar con dureza a todos aquellos considerados como opositores a la dictadura franquista. Una mínima e imprecisa denuncia era suficiente para realizar detenciones y enviar a esas cárceles a quienes, en demasiadas ocasiones, no habían cometido delito alguno.
Gracias por tu comentario.
Interesante artículo, enhorabuena por el blog. creo recordar que en el némuero 2 de la calle Sevilla existió una pastelería o tienda de bombones llamada la Bombonera. Un saludo
ResponderEliminarAlfonso, es muy posible que existiera esa pastelería a la que te refieres, la calle de Sevilla siempre fue muy comercial.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu amable comentario.
Los Antiguos Cafés de Madrid también están en YouTube con vídeos sobre la historia de Madrid, en esta dirección https://www.youtube.com/channel/UCCmQb2UTq-TNbf8Y8n7n6_w Si lo deseas, puedes suscribirte para recibir información sobre los nuevos vídeos que se publican.
Un saludo afectuoso.
Sí, hubo una tienda de bombones en la calle de Sevilla nº 2, como la atestigua esta lata serigrafiada de los años 30, en cuya tapa se lee La Bombonera, calle Sevilla, 2, Madrid, que he encontrado en Todocolección: https://www.todocoleccion.net/cajas-metalicas-antiguas/caja-lata-bombonera-para-dulces-caramelos-calle-sevilla-madrid-anos-30~x35876188
ResponderEliminarGracias por el aporte de información, Jusamar.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Hay posibilidades de que toda esta información se publique en forma de libro? No sólo es un blog de amena lectura sobre lugares desaparecidos de Madrid, es una importante fuente de documentación para quienes investigamos. Muchas gracias por su trabajo y la generosidad de compartirlo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus elogios al blog, MJG.
EliminarTambién formáis parte del blog todos los que hacéis aportaciones al contenido de lo que publicamos.
Un afectuoso saludo, para ti.