EL PASEO DE LOS OCHO HILOS y FRANCISCO LEBRERO.

Hasta el día 7 de noviembre de 1902, el tramo de la calle de Toledo comprendido entre las glorietas de la Puerta de Toledo y de Pirámides era conocido con el nombre de Paseo de los Ocho Hilos. 


Fuente: bdh-rd.bne.es (1924). Tras el Puente de Toledo aparece el paseo de los Ocho Hilos, con sus árboles, que llegaba hasta la Puerta de Toledo.


Esta bonita denominación surgió por las ocho hileras de árboles plantados en sus laterales (cuatro a cada lado), allá por los años cincuenta del siglo XIX, cuando el denominado “Plan Castro”, del urbanista y arquitecto Carlos María de Castro, propuso y realizó el trazado para el ensanche de Madrid.

El derribo de la Cerca de Felipe IV, en el año 1868, expandió la ciudad que por entonces contaba con trescientos mil habitantes, muchos de ellos instalados ya a extramuros en infraviviendas rodeadas de numerosas fábricas, talleres y vaquerías. Los nuevos barrios creados, como el del Puente de Toledo en el distrito de La Latina (hoy de la Arganzuela), verían construir bonitos edificios como el que fue propiedad de Francisco Lebrero.


Fotografía: M.R.Giménez (2019). La casa que fue de Francisco Lebrero.


El madrileño Francisco Lebrero Alonso (1842-1918) había trabajado desde niño como aprendiz en varias fábricas de fundición de metales, hasta que a mediados de los años setenta del siglo XIX logró montar taller propio, con su socio Juan Bou, en la desaparecida calle del Arroyo de Embajadores, número 27, que corría paralela al paseo de las Acacias.

Parece que la sociedad fue un negocio tan rentable que, en el año 1878, permitió a Lebrero adquirir un solar en el paseo de los Ocho Hilos, número 6 (hoy calle de Toledo, nº 122), donde estableció su propia fábrica de fundición de hierro y, posteriormente, también una pequeña y efímera factoría dedicada a la fabricación de pañuelos de seda, llamada “La Constancia”.


Fuente: idehistoricamadrid.org (1900). Plano de Facundo Cañada. La fundición-casa de Francisco Lebrero aparece remarcada en azul, en el paseo de los Ocho Hilos.

Republicano progresista (Primera República Española), partidario de Manuel Ruiz Zorrilla, Lebrero fue muy activo a lo largo de su vida en el desempeño de sus cargos en el comité que este partido había formado en el barrio del Puente de Toledo.


Fotografías: M.R.Giménez (2019). Portal actual del edificio de Francisco Lebrero. En sus laterales puede apreciarse aún el dibujo de las siglas FL entrelazadas.


En el año 1884 Francisco Lebrero encargó, al maestro de obras Lucas Raboso López, los planos para la construcción de un edificio que ocuparía una parte del solar situado en el paseo de los Ocho Hilos, número 6, al lado de la Puerta de Toledo. El inmueble tendría dos espacios habilitados para el comercio en su planta baja y dos pisos destinados a viviendas, más buhardilla. Dos años después, mientras se ejecutaban las obras, el arquitecto Luis Sanz Trompeta realizó un nuevo proyecto añadiendo una nueva planta, que sería desestimada con posterioridad.


Fotografía: M.R.Giménez (2019). Detalle de la rejería de los balcones.


El edificio, construido por completo con estructura metálica, tiene una preciosa fachada estilo neomudéjar de ladrillo visto acompañada por vistosa rejería con adornos vegetales, además de pequeñas columnas en balcones y ventanas. Pero destaca, sobre todo, la parte central de su zaguán en donde se encuentran situados un reloj y una veleta, en hierro galvanizado, que aún conserva las iniciales del propietario del edificio (FL).


Fotografía: M.R.Giménez (2019). Detalle del reloj y la veleta del edificio, con las siglas de Francisco Lebrero pintadas en blanco.


Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) la zona de los alrededores de la Puerta de Toledo resultó muy dañada por continuos los bombardeos. Al finalizar la contienda se construirían nuevas viviendas en la parcela que fue la fábrica de fundición. El edificio de Francisco Lebrero fue reedificado, respetando la bonita fachada del antiguo y la barandilla de la escalera interior.

Entre las muchas obras en las que intervino la “Fábrica de fundición de hierro de Francisco Lebrero”, heredada por su hijo Eugenio Lebrero en el año 1908, destacaron las realizadas para el Palacio de La Equitativa, la Escuela de Minas o el quiosco de la música de la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares.


Fuentes:

bdh-rd.bne.es
coam.org
hemerotecadigital.bne.es
idehistoricamadrid.org
prensahistorica.mcu.es

Comentarios

  1. Preciosa fachada con reloj y veleta. No la conocía a pesar de haber pasado por allí muchas veces sin prestar la debida atención. He buscado en la tesis doctoral de mi amiga Mª Rosa Cervera Sardá El hierro en la arquitectura madrileña del siglo XIX por si hubiese dibujado estos balcones, pero no los encontré. Hay tantos en Madrid...

    Gracias Charo
    Anne

    ResponderEliminar
  2. Hermoso y desconocido edificio, es verdad. Todo se puede investigar y, tarde o temprano, sacar de su olvido.
    Gracias por tu comentario, Iris.

    ResponderEliminar
  3. Hola, en esa casa pasé mucho tiempo en mi infancia. Mis abuelos vivían allí. Muchas gracias por tan maravillosa información.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En esa casa nací yo.

      Eliminar
    2. Un edificio hermoso y singular, desde luego.
      Gracias por tu comentario.

      Eliminar
  4. Comentarios como el tuyo, recuerdos, nos hacen muy agradable el trabajo de investigación sobre Madrid.
    Te agradecemos mucho tu amable comentario, Vanessa y te invitamos a visitar y suscribirte a nuestros vídeos, que seguro te gustarán.
    http://www.youtube.com/antiguoscafesdemadrid

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias por tu amable comentario.
    Si te gusta la historia de Madrid, te invitamos a suscribirte y ver los vídeos de nuestro canal de YouTube:
    http://www.youtube.com/antiguoscafesdemadrid
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Muy interesante, muchas gracias

    ResponderEliminar
  7. Yo vivo cerca y siempre me llamó la atención ese edificio singular. Un día se lo comenté a mi mujer, que nació en la Ronda de toledo, y me dijo que cuando era pequeña su madre la mandaba a ese mismo edificio a comprar fruta a la señora Petra ya que en el patio interior tenía un puesto de fruta que debía tirar con un burro porque allí en el patio estaba sujeto el burro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por aportar esta curiosa información sobre el edificio.
      Un saludo.

      Eliminar
  8. Buenos días, Saben en que año pasó a llamarse Calle Toledo? Estoy interesando en saber toda la historia de este señor. Saben si hay algún estudio sobre Francisco Lebrero? Es que creo que localicé unaa campana hecha por él.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Xosé, todos los datos de que disponemos sobre Francisco Lebrero están en el artículo del blog, al igual que la fecha en que comenzó a llamarse calle de Toledo a esta vía.
      Un saludo y gracias por tu comentario.

      Eliminar

Publicar un comentario

Tal vez te interese: