SALÓN TEATRO JAPONÉS.
La moda del arte oriental
influiría en occidente sobre todo desde el siglo XVIII. Las
decoraciones de palacios, palacetes o teatros, el diseño del
mobiliario y hasta el estampado de los tejidos adoptaron formas y
dibujos exóticos. El gusto por el japonismo, las chinerías o los
arabescos perduró hasta las primeras décadas del siglo XX.
En la madrileña calle de
Alcalá, número 36 del año 1900, el día 1 de octubre, sería
inaugurado el Salón Teatro Japonés.
Fuente: wikipedia.org. Fotografía: Manuel Compañy (1900). Entrada al Teatro Japonés. |
Propiedad del empresario
José (Pepe) Fernández, el Japonés era un salón
pequeñito y coquetón, elegante
y profusamente iluminado que programaba pequeños y variados
espectáculos sin relación con lo que sugería el nombre del teatro.
Cuplés, transformismo, bailes regionales o pequeñas obras teatrales
constituían el entretenido programa de buen tono, sin
cancioncillas obscenas ni faldas arremangadas, al
que podían asistir las señoras y las señoritas, por
melindrosas que fueran.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1900 aprox.). Señalada con una flecha la entrada al Teatro Japonés de la calle de Alcalá. |
Decorado por el dibujante, interiorista e ilustrador José Arija Saiz, con la ayuda de Pedro de Rojas, Joaquín Xaudaró o Francisco Navarrete, entre otros artistas, lo que más llamaba la atención del público era el telón de su escenario, con motivos japoneses, que se plegaba haciendo caer una graciosa guirnalda de flores.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1900). Escenario con su guirnalda de flores. En escena Irma Darlot. |
La pequeña sala estaba profusamente adornada por pinturas, farolillos, caretas y dibujos que rememoraban el arte japonés. Desde cualquiera de sus asientos se veía el escenario a la perfección.
Fuente: "Blanco y Negro" y memoriademadrid.es (1900). Detalles de la decoración interior. |
Los decentísimos
espectáculos del Teatro Japonés daban comienzo a las cinco
de la tarde. Piezas cortas, breves y variadas distraían a un público
diverso que veía desfilar por su escenario a las artistas, españolas
y extranjeras, interpretando indistintamente couplets franceses y
castellanos. Una de las más aclamadas fue Irma Darlot, con el
diálogo “Fregolina”. Su transformación en doce personajes
diferentes mereció los más entusiastas aplausos del público.
En el mes de marzo de 1902 el Japonés estrenó la obra bufa titulada “El pachá Bum-Bum y su harén”, en donde intervenía una joven de diecisiete años llamada Consuelo Vello Cano, más conocida por el nombre artístico de “Fornarina”. Interpretaba aquí un pequeño papel de esclava, vestida con una pudibunda y ceñida malla, que de inmediato desató las pasiones del respetable.
En el mes de marzo de 1902 el Japonés estrenó la obra bufa titulada “El pachá Bum-Bum y su harén”, en donde intervenía una joven de diecisiete años llamada Consuelo Vello Cano, más conocida por el nombre artístico de “Fornarina”. Interpretaba aquí un pequeño papel de esclava, vestida con una pudibunda y ceñida malla, que de inmediato desató las pasiones del respetable.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1902).Consuelo Vello "Fornarina" vestida para su papel en la obra "El pachá Bum-Bum y su harén". |
Efímera fue la historia
de este bonito Salón Teatro Japonés de varietés, que
desaparecería a principios del año 1903 obligado por las
exigencias del dueño de la finca.
El local donde se situó el Teatro Japonés albergó, desde el mes de octubre de 1905, el comedor de la asociación privada “Gran Peña”, que con posterioridad poseería casa propia en el número 2 de la Gran Vía de Madrid.
La historia del edificio de la calle de Alcalá, número 16 (ya en el siglo XX), terminó en el mes de julio de 1919. Los famosos negocios que allí se instalaban, como el Café Suizo (1844) o el Hotel Continental, cerrarían sus puertas por derribo del inmueble sobre cuyo solar se edificaría el suntuoso Banco de Bilbao, del arquitecto Ricardo de Bastida.
El local donde se situó el Teatro Japonés albergó, desde el mes de octubre de 1905, el comedor de la asociación privada “Gran Peña”, que con posterioridad poseería casa propia en el número 2 de la Gran Vía de Madrid.
La historia del edificio de la calle de Alcalá, número 16 (ya en el siglo XX), terminó en el mes de julio de 1919. Los famosos negocios que allí se instalaban, como el Café Suizo (1844) o el Hotel Continental, cerrarían sus puertas por derribo del inmueble sobre cuyo solar se edificaría el suntuoso Banco de Bilbao, del arquitecto Ricardo de Bastida.
Fuentes:
es.wikipedia.org
hemerotecadigital.bne.es
memoriademadrid.es
Quieres creer que nunca había oído hablar de la existencia de un salón teatro japonés??? a mí me estás poniendo al día, desde luego... gracias por ampliar mis conocimientos.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por tu comentario, Carmina.
ResponderEliminarEl Teatro Japonés tuvo una vida corta, pero intensa. Hay quien dice que cerró por el escándalo de las (púdicas) mallas de la Fornarina, más no fue así.
Excelente! Muchas gracias por evocar lugar tan ligado a mi pasión: el Cuplé
ResponderEliminarOlga María, te damos las gracias a ti por todo lo que nos enseñas sobre Madrid con tus canciones y conferencias.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Yo tampoco tenía ni idea de este teatro.
ResponderEliminarMuchas gracias por los artículos tan buenos de tu blog
Muchas gracias a ti por tu comentario.
EliminarEl teatro duró poco, pero afortunadamente nos dejó algunas fotografías para ilustrar su historia.
Aprovechamos la ocasión para invitarte a visitar y suscribirte nuestro canal de YouTube, en esta dirección:
http://www.youtube.com/antiguoscafesdemadrid
Seguro que te va a interesar.
Un saludo.
Buscando información sobre el Casino Gran Peña he llegado a este maravilloso Teatro Japonés. Me ha encantado tu artículo. Gracias
ResponderEliminarGenial que nos hayas localizado. Esperamos que encuentres más artículos que te interesen en el blog.
ResponderEliminarGracias por comentar.
Saludos.
Como siempre, inestimable labor de arqueología urbana y memoria histórica. Muchas gracias por su trabajo. ¿Para cuándo un libro?
ResponderEliminarAgradecemos enormemente tu amable comentario, que nos anima a seguir investigando Madrid y sus curiosidades.
EliminarEl libro llegará en algún momento.
Un afectuoso saludo.
En la revista Nuevo Mundo, correspondiente al 21-5-1902, aparece una fotografía donde puede verse la fachada de este teatro. No se aprecia muy bien porque la digitalización no es muy buena, pero sí se distingue.
ResponderEliminarEste teatro era una fantasía y por desgracia se perdió hasta en la memoria.
ResponderEliminarTe agradecemos muchísimo, como siempre, la interesante información que nos aportas.
Un saludo muy afectuoso.