TEMPLETE DEL METRO GRAN VÍA, OBRA DE ANTONIO PALACIOS.
Para los habitantes de aquel Madrid
del año 1919, atravesar la ciudad en un tren subterráneo iba a
dejar de ser ficción para convertirse en realidad, porque el día 17
de octubre sería inaugurado el Metropolitano Alfonso XIII, que unía
los Cuatro Caminos con la Puerta del Sol.
El viajero iniciaba su recorrido tras abonar el precio de 15 céntimos (de peseta) del billete. Pasillos, escaleras y el propio andén de la estación se hallaban recubiertos por blancas plaquetas de azulejos, con el fin de mitigar el temor a introducirse en el subsuelo madrileño. Coloridos mensajes publicitarios de cerámica, en las paredes, informaban sobre los grandes almacenes que se podían visitar o de los diversos artículos a la venta.
Si el pasajero decidía apearse en la estación de la Red de San Luis (Gran Vía), y penúltima de aquella línea de Metro, debía salvar sus 25 metros de profundidad subiendo los tramos de una larga escalera o utilizando un gran ascensor, llegando así al monumental Templete, obra del arquitecto Antonio Palacios, a través del que se salía a la calle.
El viajero iniciaba su recorrido tras abonar el precio de 15 céntimos (de peseta) del billete. Pasillos, escaleras y el propio andén de la estación se hallaban recubiertos por blancas plaquetas de azulejos, con el fin de mitigar el temor a introducirse en el subsuelo madrileño. Coloridos mensajes publicitarios de cerámica, en las paredes, informaban sobre los grandes almacenes que se podían visitar o de los diversos artículos a la venta.
Si el pasajero decidía apearse en la estación de la Red de San Luis (Gran Vía), y penúltima de aquella línea de Metro, debía salvar sus 25 metros de profundidad subiendo los tramos de una larga escalera o utilizando un gran ascensor, llegando así al monumental Templete, obra del arquitecto Antonio Palacios, a través del que se salía a la calle.
Antiguos Cafés de Madrid ha recreado en este vídeo el famoso Templete de la Gran Vía de Madrid, al cumplirse los 100 años de la apertura del Metro.
Mostramos aquí, con detalle, cómo eran el andén y el primer tren que circuló, la publicidad de entonces, aquella escalera y el famoso ascensor que tanto dio que hablar al Madrid de entonces. Descubrimos todos los detalles que el arquitecto Palacios diseñó para este acceso del Metro: la preciosa marquesina, los adornos que la rodeaban, sus verjas y ventanales, el plano con las primeras estaciones, contando también toda la historia de este monumento singular.
Al terminar, una sorpresa. El templete del Metro, en la actualidad, que se encuentra en el Concello do Porriño (Pontevedra).
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