LA CALLE DE LA ADUANA Y MAIPU-PIGALL'S.
A escasos metros de la
madrileña Puerta del Sol, y con inicio en la calle de la Montera, la
de la Aduana siempre fue una vía pintoresca. Hasta el año
1850 llevaba el nombre de Angosta de San Bernardo, por ser más
estrecha que la Ancha del mismo título situada en el barrio de
Universidad (Malasaña).
En la acera de sus
números pares queda la parte trasera del suntuoso edificio de la
Real Casa de la Aduana, del arquitecto Francisco Sabatini, terminado
de construir en el año 1769 y que desde 1846 es el Ministerio de
Hacienda.
Fotografía: M.Chamorro (2020). La calle de la Aduana. |
La calle de la Aduana, hoy lugar de paso, lo fue antes de encuentro y ocio. Cafés, restaurantes, hoteles, cabarés o frontones fueron célebres en el Madrid de las primeras décadas del siglo XX en esta pequeña y estrecha calle.
En el antiguo y
desaparecido edificio del número 4 de la calle de la Aduana
(desde el año 1944 convertido en un pequeño pasaje peatonal llamado
de la Caja de Ahorros, con salida a la calle de Alcalá), vinieron a
instalarse numerosos negocios dedicados al ocio a lo largo del
tiempo. Allí estuvieron entre otros, desde los años sesenta del
siglo XIX, el Café del Comercio, el Francés de la Aduana
y el Café de la Aduana, inaugurado el día 12 de febrero de
1882 por su dueño José Pérez, decorado con sencillez, pero con
buen gusto, que ofertaba
cubiertos desde 8 reales.
Fotografía: M.R.Giménez (2014). Pasaje de la Caja de Ahorros, lugar donde estuvo el antiguo número 4 de la calle de la Aduana. |
Otro de los negocios
instalados en ese número 4 antiguo de la calle de la Aduana
fue el Restaurante Ambos Mundos, que abriría alrededor del
año 1893. Dotado de luz eléctrica ofrecía cubiertos a dos pesetas,
tenía servicio a domicilio y no parecía ser muy del gusto de
Jacinto Benavente ya que, en cierta ocasión, al ser preguntado por
el nombre algo pomposo del establecimiento, el dramaturgo contestó:
“Lo encuentro muy exacto. Cuando entra usted a comer se
encuentra con este mundo, y cuando ha terminado está ya en camino
del otro”.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1894). Anuncio, con el menú ofertado, del Restaurante Ambos Mundos. |
Alrededor
del año 1911 se inauguró el Edén-Concert,
nombre de moda en la época y utilizado por numerosos locales de
espectáculos también fuera de Madrid. Un año más tarde sus
propietarios, Beltrán y Martínez, renovarían el local contratando
a las mejores artistas del momento en el género de las varietés.
Cupletistas, duetistas, canzonetistas y bailarinas actuaban en aquel
local de temperatura agradable, debido a una bien combinada
instalación de ventiladores, en donde el abono de una
consumición daba derecho a contemplar todos los números de la
función.
El
edificio situado en el número 4 de la calle
de la Aduana fue arrasado
por los bombardeos durante la Guerra Civil Española (1936-1939), al
igual que su contiguo con fachada a la calle de Alcalá y en el que
estaba instalado el Café Colonial. Hoy,
como ya se ha comentado, su solar lo ocupa un pasaje peatonal.
En
la acera de los números impares de la calle
de la Aduana
vino a inaugurarse en el mes de mayo de 1922 el Hotel
Meublee
(escrito Neublee, Meuble o Meublé en los distintos anuncios de la
prensa). De gran
confort y
con calefacción, el nuevo negocio ocupaba los edificios señalados
con los números 19, 21 y 23 de esta calle y ofertaba habitaciones
con precios de 12,50 pesetas, con cuarto de baño y de 7,50 pesetas,
sin él.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1922). Distintos nombres en los anuncios del Hotel Meuble. |
En
el mismo conjunto de edificios donde se situaba el hotel abrió uno
de los cabarés más bonitos de Madrid. Maipu-Pigall's
fue inaugurado el día 20 de noviembre de 1926, a
las 11h. de la noche,
con la actuación de la orquesta americana Palm Beach Seven, el
mejor jazz-band negro del mundo.
Maipu-Pigall's se
convertiría en el dancing
de moda, tanto por sus
orquestas como por la magnífica decoración Art Déco de todo el
recinto. Salón de té, a
las 6h. de la tarde, sus
noches atraían a todo Madrid también por las actuaciones de
conocidas vedets con lujosos vestuarios.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1926). Salón Art Déco del Maipu-Pigall's |
El salón de baile tenía
dos galerías dotadas de palcos, mesas para cenar junto a la pista y
un escenario para la orquesta. La suntuosa decoración del local
corrió a cargo de Eusebio Sayas y Jesús Dehesa de Mena, prestigioso
dibujante por entonces, además de ilustrador y decorador
modernista.
En la planta baja se
situaba el salón de té, también bar americano, decorado al gusto
modernista como todo el local.
Fuente: hemerotecadigital.bne.es (1926). Salón de té Art Déco del Maipu-Pigall's. |
Toda
esta maravillosa ornamentación desaparecería pocos años después
al cambiar el tipo de negocio en este número 19 de la calle
de la Aduana porque, el día 7
de enero de 1934 sería inaugurado el frontón Chiki-Jai,
espectáculo moral y
sumamente distraído, en
el que todos los días se celebraban partidos de pelota vasca con
apuestas.
El
rastro del frontón de señoritas pelotaris Chiki-Jai de
la calle de la Aduana, se
pierde a finales de los años cincuenta del siglo pasado.
Fuentes:
hemerotecadigital.bne.es
prensahistorica.mcu.es
Dónde habrán ido a parar los elementos decorativos que tenía??? Me parecen super bonitos, pero cuando derriban los inmuebles, se llevan todo por delante. Ojalá alguien con un poco de sensibilidad, hubiera podido llevarlos a algún museo.
ResponderEliminarEsta preciosa y elegante decoración parece que se perdió para siempre al realizar la obra del frontón Chiky-Jay. Las sucesivas remodelaciones del edificio dieron al traste con lo poco que hubiera quedado, si ese fuera el caso. Una pena, desde luego.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Carmina.