CUEVAS DE SÉSAMO.
A finales de los años cuarenta del siglo anterior comenzaron a proliferar en París los clubs instalados en las viejas bodegas o en los sótanos de los edificios. En ellos se escuchaba música y los intelectuales debatían sobre el existencialismo, sentados en banquetas, alrededor de pequeñas y rústicas mesas de madera.
Pintores, escultores y poetas, aún desconocidos, decoraban las paredes y los techos de aquellos locales con sus obras y versos. El ambiente, multitudinario hasta bien entrada la madrugada, se llenaba de jóvenes cuya vestimenta prescindía de las convenciones sociales del momento.
Ese mismo ambiente parisino llegaría a Madrid en el año 1950, de la mano de Tomás Cruz y Carmen Ponte. Las Cuevas de Sésamo, en la calle del Príncipe, comenzarían entonces una larga historia que aún perdura, como nos cuenta en este vídeo su actual director, Luis Gómez.
Muchas sorpresas nos reserva este histórico local madrileño, que fue descubierto por obra y gracia de un balonazo infantil, al que acudía todo aquel que tuviera algo que aportar a la cultura del momento.
Bajar por su estrecha escalera nos transporta hoy a otra época, mientras leemos versos y proverbios que aún están escritos sobre sus gruesos muros.
Sin duda, una de las aportaciones culturales más importantes de las Cuevas de Sésamo fue la creación de sus famosos premios literarios que, durante casi cuatro décadas, sirvieron como plataforma de lanzamiento para los escritores noveles de entonces. Juan Marsé, Ramón Nieto, Pablo Antoñana, Eduardo Chamorro, Juan José Millás, Soledad Puértolas y muchos otros ganaron el Premio Sésamo de cuento o de novela corta, con importante repercusión y prestigio, aunque dotado de escasa retribución.
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Este Madrid escondido, parece estaros esperando. Gracias de nuevo, por estos preciosos y exhaustivos trabajos que nos regaláis. Abrazo gatuno
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Rosa.
ResponderEliminarMadrid siempre estará esperandonos a todos para conocer sus muchas historias, las cuales nos encanta relatar.
Otro abrazo gatuno para ti y un café con media.
Siempre me escandalizó una de las frases que adornaban las paredes de las cuevas. Se trataba de un proverbio árabe. Azota todos los días a.........
ResponderEliminarLas frases iban cambiando con el tiempo y es muy posible que la que mencionas haya desaparecido, por fortuna.
EliminarUn saludo y gracias por tu comentario.
Una frase que no olvido de Vallejo. El mundo es un tigre que te corroe, pero ojo, ese tigre eres tu
ResponderEliminarAsí es Sésamo, desde hace más de medio siglo... con sus frases lapidarias.
ResponderEliminarGracias por comentar.
¿¿¿Pero han cerrado las Cuevas???
ResponderEliminarNo puede ser cierto, no. Qué recuerdos.
EliminarPor el momento, Sésamo continúa.
EliminarGracias por tu comentario, Rafael.
Si ya no esta el mitico local que tanto hemos visitado los de mi epoca por su encanto y deliciosa sangria
EliminarAllí continúa.
EliminarGracias por tu comentario.