BAKANIK, UN BAR DE LA CALLE DE OLÓZAGA

Entre la plaza de la Independencia y el paseo de Recoletos de Madrid vino a inaugurarse uno de los bares más pitucos de la ciudad. A su apertura, el día 10 de enero de 1927, asistieron aristocráticas señoras, títulos ilustres y jóvenes muy conocidos en la sociedad madrileña.

Se trataba de un pequeño salón, tranquilo y recogido, para tomar el té, sándwiches, chocolate y refrescos al que se puso el título de Bakanik. 


Fuente: abc.es (1927)
Mostrador y salón del bar Bakanik

Fue, en su origen, el proyecto caritativo de la condesa viuda de Floridablanca, cuya finalidad era recaudar fondos para el Asilo de huérfanas pobres que se estaba construyendo en los Cuatro Caminos. Algo no debió salir a gusto de la benefactora ya que, tan solo un mes después de la inauguración del local, anunció su desvinculación total del negocio, que pasaría a ser dirigido por Egon Mayer.

Bakanik, situado en la entonces calle de Olózaga, (ahora c/ de Salustiano Olózaga) número 2, fue decorado por el arquitecto Luis Gutiérrez Soto. Su fachada de madera, con una puerta de acceso y dos grandes ventanales con emplomados cristales de colores, daba acceso a un local de estilo holandés con mesas cubiertas por manteles rústicos a cuadros blancos y rojos. Carabelas en forma de lámpara, o sobre la chimenea del local, parecían ser el emblema del negocio. 


Fuente: Santiago Cifuentes Barrio (1928)
Fachada de Bakanik, en la calle de Olózaga, número 2

En Bakanik predominaba la madera: el mobiliario, el mostrador, las vigas a la vista que adornaban el techo, las columnas y la barandilla que separaba la barra del bar de la zona destinada a tomar las consumiciones. Todo tenía el sólido aspecto que proporciona la madera maciza de nogal.


Fuente: abc.es (1927)
Chimenea del bar Bakanik

Las paredes se habían adornado con numerosas hornacinas de distintos tamaños que contenían diversos utensilios de cobre bruñido, piezas de barro y porcelana de Talavera o pequeños muebles de madera labrada. Entre ellas se habían instalado curiosos apliques de luz eléctrica, a modo de elaborados candiles, que suministraban luminosidad junto a lámparas de hierro fundido y diversos faroles.

La clientela de Bakanik estaba formada por todo aquel que pudiera permitírselo. Aristócratas, miembros de los cuerpos diplomáticos destinados en Madrid, hombres de negocios o altos funcionarios del estado bebían sus combinados junto a las marquesas, que preferían el cóctel de almendras, o los pipiolos de familias bien que se decantaban por el mejor scoth de Madrid. 


Fuente: memoriademadrid.es (1930)
Ambiente de la barra del bar Bakanik

En el año 1931, el pequeño local amplió su dimensión con tres nuevos espacios diferenciados. La zona de bar, fue decorada en tonos verdes, claros y oscuros; el salón restaurante, fue pintado en beige y oro, a lo que se añadió una estancia destinada al juego del minigolf, que debió causar furor, además de una pista de baile con orquesta. Bakanik volvía a verse tan animado de selecta concurrencia como antes de implantarse la República.


Fuente: prensahistorica.mcu.es (1932)
Anuncio del bar Bakanik, con precios

Tras la Guerra Civil Española, Bakanik sería uno de los pocos locales característicos en donde se reunían los supervivientes adinerados, los diplomáticos, junto con estraperlistas y señoras guapísimas que iban a buscarse la vida.

En el año 1960, aún continuaba abierto este bar que, tal vez, ya hubiese perdido todo el glamur de los viejos tiempos. Más tarde, derribado el inmueble que lo alojaba, un enorme edificio de oficinas ocupó su lugar, en el año 1986. 


Fuentes:

abc.es

CIFUENTES_BARRIO_SANTIAGO_TESIS DOCTORAL_DPA_ETSAM

hemerotecadigital.bne.es

memoriademadrid.es

prensahistorica.mcu.es


Comentarios

  1. Hola y muchas gracias por este artículo, tan bien trabajado como suelen ser los de este blog. Me gustaría poner tener la referencia de la tesis doctoral que aparece en las fuentes, pero como no hay enlace ni título...

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    1. "El anuncio construido. Escaparates de Madrid , 1920-1936" es la tesis doctoral de Santiago Barrio.
      Un saludo y muchas gracias por tu comentario.

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  2. Creo que la autora del blog puede referirise a esta tesis: https://oa.upm.es/78856/

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  3. La verdad es que las fotos del interior lo presentan con aspecto no me atrevo a decir rústico pero sí acogedor ¿tal vez con un aire a pub tradicional británico?

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    1. En la época se hablaba de "estilo holandés" y por eso está en cursiva en el texto del blog. Parece, también, que se trató de imitar una taberna de aire vasco. Gutiérrez Soto gustaba, en aquellos años 20, de mezclar estilos.
      Gracias por tu comentario, Conde.

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